Investigadores de la Universidad de Kyushu en Japón han analizado el impacto de las instalaciones fotovoltaicas en la temperatura de la superficie terrestre alrededor del río Kushida. Durante diez años, observaron un incremento promedio de 2,85 ºC en la temperatura debido a estos sistemas solares. Este estudio se enfocó en tres regiones: Matsusaka, Taki y Meiwa, utilizando redes neuronales y teledetección para medir los cambios.
El modelo analítico desarrollado por los científicos combina tecnologías de teledetección y aprendizaje automático para evaluar cómo los paneles solares influyen en el entorno térmico. Este enfoque permite identificar y estudiar la distribución de los paneles solares y los cambios de temperatura en diferentes áreas geográficas. La zona investigada, de 767,62 km², incluye bosques y tierras de cultivo que representan el 81% del área total.
Los investigadores usaron fotografías aéreas y datos de satélite para realizar análisis mensuales de temperatura, evaluando cambios a lo largo de distintas estaciones y años. Herramientas estadísticas como la regresión geográficamente ponderada (GWR) y los mínimos cuadrados ordinarios (OLS) ayudaron a identificar factores espaciales que influyen en el calentamiento. Factores como la densidad de edificios, elevación, vegetación y proximidad a cursos de agua mostraron una correlación significativa con las diferencias de temperatura.
El estudio reveló que la temperatura superficial alrededor de las instalaciones fotovoltaicas aumentó más en los meses cálidos (+3,35 ºC) y menos en los fríos (+2,5 ºC). Los resultados sugieren que la instalación de paneles solares en áreas elevadas y con alta cobertura vegetal puede mitigar este efecto térmico. Estas conclusiones, publicadas en la revista Environmental and Sustainability Indicators, subrayan la importancia de considerar factores geográficos y ambientales en la planificación de proyectos fotovoltaicos para minimizar su impacto en el calentamiento global.
Fuente: PV Magazine